MV La Belle des Océans

A ambos lados del Mediterráneo, las tierras españolas y marroquíes, separadas por el estrecho de Gibraltar, tienen importantes vínculos históricos. El arte hispano-morisco, testigo de la historia de la Conquista y la Reconquista, será el centro de este programa. Desde la flamante luz de Andalucía hasta el animado ambiente de los zocos marroquíes, este crucero será una fuente de maravillas.

A ambos lados del Mediterráneo, las tierras españolas y marroquíes, separadas por el estrecho de Gibraltar, tienen importantes vínculos históricos. El arte hispano-morisco, testigo de la historia de la Conquista y la Reconquista, será el centro de este programa. Desde la flamante luz de Andalucía hasta el animado ambiente de los zocos marroquíes, este crucero será una fuente de maravillas.

«Kallisté»: «la más bella». Así es como los griegos bautizaron a Córcega ya en la antigüedad por su gran encanto. Porque en este paraíso terrenal, parecían haberse reunido todas las maravillas del mundo, bañadas por una ráfaga de luz y un rayo de eternidad. Desde las murallas de la ciudadela hasta el encanto de las calanques, entre azules profundos y colinas salvajes, este crucero llega el corazón del viajero. Y también le lleva a descubrir tesoros insospechados, a través de unas escalas encantadas.

Un magnífico itinerario que llevará a los viajeros a descubrir 6 islas del archipiélago mientras disfrutan de un clima especialmente suave. Se descubrirán los fuertes contrastes que hacen que cada una de las islas sea única. En Tenerife y Gran Canaria, los jardines de flores transportan a los viajeros a una dimensión fresca y fragante. La Gomera y La Palma ofrecen una exuberante vegetación similar a la de una selva tropical: un verdadero remanso de paz. Por último, en Lanzarote, los escarpados e imponentes acantilados grises no tienen rival y dan una impresión de vertiginosa inmensidad e infinita belleza. Las grandes planicies de Fuerteventura, la primera isla del archipiélago que emergió de las profundidades del océano, son características de un paisaje único en Europa. No hay que perderse: el Parque de Timanfaya, «Montañas de Fuego», un impresionante mar de lava que convierte el paisaje en lunar.

En el corazón de la Toscana, la genialidad italiana brilló desde el siglo XII hasta el XVI y fue el origen del Renacimiento, movimiento que se extendería por toda Europa. Florencia, auténtica ciudad museo, y Lucca conservan su encanto y autenticidad, albergando bellos palacios e iglesias en el corazón de sus plazas y callejuelas. Atravesando la campiña toscana, olivares, viñedos y cipreses conforman un paisaje luminoso que le cautivará. En la isla de Elba, descubrirá Portoferraio, un puerto con casas de piedra caliza rosa. Seguiremos hacia el archipiélago de la Maddalena, en Cerdeña, y navegaremos entre rocas de granito y playas secretas de aguas turquesas por la Costa Smeralda, un paisaje de bahías intercaladas con costas escarpadas. Por último, una escala inolvidable en Cinque Terre, donde los pueblos de pescadores con sus coloridas casas colgantes dominan el azul profundo del mar.