Este lugar mágico respira romanticismo, mientras que su salón de baile y sus salas, opulentamente pintadas al fresco, resuenan con los acontecimientos épicos del pasado. Tan solo subir los peldaños de su imponente escalera de mármol, adornada con estatuas de querubines, da impresión de realeza. Arlequín, Brighella y Colombina le recibirán antes de tomar el aperitivo. A continuación, será agasajado con una cena amenizada por música barroca.Al final de la velada, si lo desea, puede prolongar el viaje aventurándose por las callejuelas y las orillas de los misteriosos canales de Venecia en un paseo nocturno. Las calles empedradas, bañadas por una luz suave y tenue, crean una atmósfera encantadora que capta el espíritu hipnotizador de la Serenísima. En cada esquina, suntuosas máscaras y elaborados disfraces se funden en la oscuridad, emergiendo intermitentemente de las sombras como espectros del pasado. La noche añade un aura de misterio a estos extravagantes disfraces, transformando cada máscara en una obra de arte efímera que se revela al resplandor de los farolillos venecianos.
OBSERVACIONES
Este lugar mágico respira romanticismo, mientras que su salón de baile y sus salas, opulentamente pintadas al fresco, resuenan con los acontecimientos épicos del pasado. Tan solo subir los peldaños de su imponente escalera de mármol, adornada con estatuas de querubines, da impresión de realeza. Arlequín, Brighella y Colombina le recibirán antes de tomar el aperitivo. A continuación, será agasajado con una cena amenizada por música barroca.Al final de la velada, si lo desea, puede prolongar el viaje aventurándose por las callejuelas y las orillas de los misteriosos canales de Venecia en un paseo nocturno. Las calles empedradas, bañadas por una luz suave y tenue, crean una atmósfera encantadora que capta el espíritu hipnotizador de la Serenísima. En cada esquina, suntuosas máscaras y elaborados disfraces se funden en la oscuridad, emergiendo intermitentemente de las sombras como espectros del pasado. La noche añade un aura de misterio a estos extravagantes disfraces, transformando cada máscara en una obra de arte efímera que se revela al resplandor de los farolillos venecianos.
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