Nuestros barcos en el Ródano y el Saona

Es el nombre de un viento impetuoso y el de un escritor famoso, pero también el de este hermoso barco de 4 anclas que navega por el Ródano y el Saona, ríos elegantes con mil riquezas.

El MS Mistral es un barco de 4 anclas a escala humana, mide 110 m de largo y 11,40 m de ancho. Tiene capacidad para 158 pasajeros, en 78 camarotes ispuestos en dos puentes. Cada uno de ellos (individual, doble o triple - a los que hay que añadir una suite) tiene todas las comodidades y ofrece las mejores condiciones para la estancia. Los tonos azul marino y dorado son un homenaje al mundo de la navegación. Ubicado en el puente superior, el restaurante, donde se sirven todas las comidas durante el viaje, ofrece un cocina delicada en un ambiente refinado, donde grandes ventanales permiten disfrutar plenamente del panorama. En este mismo puente también se encuentran el espectacular salón / bar con pista de baile, mientras que en el puente sol, lugar ideal para relajarse y admirar los paisajes, los pasajeros pueden disponer de cómodas tumbonas, así como de una amplia zona de sombra.

El MS Rhône Princess navega por el Ródano y el Saona desde la Borgoña hasta la Provenza, atravesando el corazón de una magnífica naturaleza llena de riquezas culturales y delicias gourmet, que conforman uno de los paisajes más bellos y mejor conservados de Francia.

El MS Rhône Princess es un barco de 4 anclas muy confortable por sus dimensiones de 110 metros de esloray 11,40 metros de manga. Tiene capacidad para 138 pasajeros alojados en 69 camarotes dispuestos en dos cubiertas. Cada uno de ellos cuenta con todas las comodidades y ofertas las mejores condiciones para su estancia. Los tonos naranja y chocolate de la decoración, asi como la carpintería y los techos dorados, ofrecen una atmósfera auténtica, cálida y acogedora. Ubicado a nivel del piso superior, el restaurante, donde se sirven todas las comidas durante el viaje, ofrece una cocina delicada en un ambiente refinado, donde grandes ventanales permiten disfrutar plenamente del paisaje. En esta misma cubierta se encuentra también el salón / bar con pista de baile, mientras que en el puente sol, lugar ideal para relajarse y disfrutar de las vistas, se encuentran disponibles cómodas tumbonas y una gran zona de sombra.

Este barco, inaugurado en 2015, pertenece a la categoría de los barcos 5 anclas y ofrece un interior muy luminoso y espacioso.

La decoración está pensada para que resulte relajante con sus colores de puesta de sol, rosas y naranjas suaves. La decoración, natural y elegante, recuerda a la fauna y la flora de La Camarga.

Los dos espacios comunes principales se sitúan en el puente superior. En la parte delantera, el salón/bar, y en la trasera el restaurante donde se sirven todas las comidas durante el crucero.

Los camarotes del puente superior disponen de balcones franceses y los del puente principal cuentan con grandes ventanales.

¡Los viajeros no podrán perderse un rato de relajación en el puente sol! Este cuenta con cómodos sillones y tumbonas que permiten relajarse mientras disfrutas de una vista panorámica de los paisajes.

Completamente renovado en 2018, este barco ha sido rediseñado y reacondicionado de acuerdo a los nuevos estándares de la compañía y ofrece espacios más amplios, luminosos y confortables. La decoración, combina azul grisáceo y naranja con mucho estilo y elegancia. En un guiño al artista que le da nombre, el barco exhibe algunas de sus famosas pinturas, entre ellas, las de la serie Girasoles. Los motivos de las telas así como el vestido del bar utilizan las técnicas desarrolladas por Van Gogh: el impresionismo y el puntillismo.

Los dos espacios comunes principales se sitúan en el puente superior. En la parte delantera el salón /bar, en la parte trasera el restaurante donde serán servidas todas las comidas durante el crucero. Los 20 camarotes del puente superior disponen de balcón francés y los 34 camarotes del puente principal tienen ventana.
El puente Sol es ideal para el descanso. Su decoración con sofás y tumbonas permite relajarse mientras se disfruta de la vista panorámica del paisaje.