Salida en trenecito desde el puerto de Bonifacio para dar una vuelta por la ciudad. Bonifacio es un auténtico museo al aire libre. La pintoresca capital de Córcega muestra sus callejuelas y el camino de ronda, su fortaleza milenaria o las casas colgadas a 60 m por encima del mar. Después visita a pie de la ciudadela. Aposentada en una capa calcárea, entre sus murallas milenarias hará un viaje en el tiempo. Siguiendo los pasos de Napoleón y Carlos V, descubrirá las casas colgadas al borde de los acantilados. Tiempo libre. Regreso al barco.
OBSERVACIONES
Salida en trenecito desde el puerto de Bonifacio para dar una vuelta por la ciudad. Bonifacio es un auténtico museo al aire libre. La pintoresca capital de Córcega muestra sus callejuelas y el camino de ronda, su fortaleza milenaria o las casas colgadas a 60 m por encima del mar. Después visita a pie de la ciudadela. Aposentada en una capa calcárea, entre sus murallas milenarias hará un viaje en el tiempo. Siguiendo los pasos de Napoleón y Carlos V, descubrirá las casas colgadas al borde de los acantilados. Tiempo libre. Regreso al barco.
OBSERVACIONES
NIZA - AJACCIO - BONIFACIO - PORTO VECCHIO - BASTIA - L’ÎLE ROUSSE - NIZA
«Kallisté»: «la más bella». Así es como los griegos bautizaron a Córcega ya en la antigüedad por su gran encanto. Porque en este paraíso terrenal, parecían haberse reunido todas las maravillas del mundo, bañadas por una ráfaga de luz y un rayo de eternidad. Desde las murallas de la ciudadela hasta el encanto de las calanques, entre azules profundos y colinas salvajes, este crucero llega el corazón del viajero. Y también le lleva a descubrir tesoros insospechados, a través de unas escalas encantadas.